Frank Frederickson era un oficial del Departamento de Policía de Detroit asesinado a tiros por Clarence Boddicker y su pandilla. Escapó de la matanza e identificó a Boddicker.
Biografía[]
Un día, Frederickson paseaba por las calles del Viejo Detroit con su compañero Connors, mientras dos policías más, Alcott y Duffy, iban en un coche delantero. Fueron llamados a un disturbio, el cual resultó ser una mujer desnuda corriendo angustiada por las calles. Los oficiales compartieron algunas bromas y un par de chistes, pero, cuando doblaron algunas esquinas, el auto líder de repente explotó en un ataúd de fuego. Sorprendidos, Frederickson y Connors pidieron refuerzos y un MediVac, pero ambos servicios no estaban disponibles debido a la falta de mano de obra y recursos. Los dos oficiales se acercaron cautelosamente a sus camaradas heridos y Connors los cubrió con una escopeta de combate. Frederickson encontró a Duffy muerto y a Alcott convulsionando y gravemente herido por un disparo en el pecho.[1]
De repente, una ráfaga de cinco escopetas acabó con Connors y Frederickson comenzó a disparar y retirarse. Recibió un disparo en la pierna, pero retrocedió tambaleándose hasta el coche patrulla y cayó dentro. Logró arrancar el motor, pero, antes de que pudiera hacer nada más, otra ráfaga de escopeta destruyó el parabrisas y lo hirió gravemente en la cara. Clarence se acercó a la forma conmocionada y desorientada de Frederickson, miró su rostro destrozado y le dijo: "Vuelve y dale un mensaje a tus amigos policías: mantente fuera del viejo Detroit".[1]
Dicho esto, Clarence puso la transmisión en marcha con el cañón de su escopeta y el coche patrulla se alejó pesadamente como un borracho, mientras Frederickson luchaba por girar. Mientras la pandilla se preparaba para irse, Frederickson vio que Emil pintaba con aerosol los cuerpos de los policías con los números 29, 30 y 31, un memorial sombríamente triunfante de los asesinatos de Clarence y su pandilla.[1]
Mientras tanto, Frederickson, perdiendo el conocimiento, intentó desesperadamente pedir ayuda nuevamente: "El oficial necesita ayuda, sector GK2. El oficial necesita ayuda en el Viejo Detroit. Ay, Jesús... Estoy jodido..."[1]
Luchando por su vida en el Hospital Henry Ford Memorial y a pesar de los buenos deseos de Casey Wong de Mediabreak, Frank perdió la batalla con sus heridas ese mismo día, para disgusto de sus camaradas. El sargento Reed dio la mala noticia sólo unos minutos después de que uno de sus oficiales escuchara en su radio con auriculares que Frank todavía estaba en estado crítico. El resto de los compañeros del equipo de Frank miraron con tristeza mientras Reed quitaba la etiqueta con el nombre del casillero de Frank y la abría para permitirle a Cecil eliminar su contenido. También solicitó que todos los miembros de la policía de Detroit asistieran al funeral, a menos que estuvieran de servicio ese día y sugirió que hicieran donaciones a la familia de Frank.[2]
Detrás de escenas[]
En el guión original de RoboCop, el altercado entre Frederickson y Clarence se describió en detalle, pero no se filmó, presumiblemente debido a limitaciones presupuestarias. Sin embargo, fue incluido en la novelización de Ed Naha y la adaptación de Marvel.
En el videojuego RoboCop: Rogue City, aparece una foto de Fredrickson en la base de datos informática de Metro Oeste.
Curiosidades[]
- Su apellido en la bae de datos de la polícia, esta escrito como "Frederikson".